Copyright © 2020 Desing ComparteMedios. Desarrollo 2TeCh. Todos los derechos Reservados.
Proyecto financiado por la Dirección General del Libro, del Cómic y la lectura, Ministerio de Cultura y Deporte
Las revistas culturales están sometidas a la feroz exigencia de renovarse. Ya no es posible reproducir las secciones y esquemas que fueron exitosos hasta hace no mucho y que dieron fama a revistas como Vuelta o Ajo Blanco… Por eso me entusiasmó leer la revista española Texturas. Me pareció contundente y lúdica a la vez. Sin temor a la letra impresa, o sea sin limitarse a textos breves tipo petit bouché tan en boga por estos días (no vaya a ser cosa que indigestemos a los lectores con lectura), la revista posee una línea gráfica novedosa que forma parte integral de sus contenidos.
En el último número hay un atractivo artículo de Robert Darnton, historiador y director de la Biblioteca de la Universidad de Harvard. Sorprendido por el ritmo de cambio en el mundo del libro -de la escritura hasta los códices, 4300 años, del códice a los tipos móviles, 1150 años, de ahí a Internet, 524 años, de la Internet a los motores de búsqueda, 19 años, de éstos a la clasificación por relevancia mediante algoritmos, siete años-, Darnton se pregunta qué nuevos cambios asechan y qué pasará entonces con las bibliotecas. “Los estudiantes modernos y posmodernos realizan la mayoría de sus investigaciones desde un ordenador en su habitación. Saben que la biblioteca nunca podrán contener entre sus muros todo el saber porque la información es infinita, y se extiende por toda la red de Internet, y para encontrarla se necesita un motor de búsqueda y no un catálogo con fichas.”
Proyecto financiado por la Dirección General del Libro, del Cómic y la lectura, Ministerio de Cultura y Deporte