Jano es el dios romano de las dos caras. Una mira hacia el pasado y otra hacia el futuro. Se lo considera también el dios de las puertas, el de los comienzos y los finales. Conoce lo que está y sabe lo que va a venir. En sus ya clásicos estudios sobre la edición, Pierre Bourdieu recurrió a la imagen de este dios para representar las dos facetas que constituyen la labor del editor que, aunque parezcan contrapuestas son, en realidad, complementarias e inherentes a su tarea. Esas facetas son: entender al libro como objeto cultural pero también como mercancía, que circula en un campo de práctica determinado, con sus propias leyes y con las regulaciones particulares del mercado en el que está inmerso.
En su nueva obra, La otra cara de Jano. Una mirada crítica sobre el libro y la edición(Ediciones Ampersand), José Luis de Diego –doctor en Letras y profesor de Introducción a la Literatura y Teoría Literaria II de la Universidad Nacional de La Plata– vuelve a evocar la figura del dios romano como símbolo de la dualidad de los intereses del editor –la cultura y la ganancia económica–, y la utiliza como hilo conductor que le permite articular los diversos tópicos y contextos que desarrolla a lo largo de los capítulos.
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