Me llamo Juan Carlos Sierra.
Y en el sector del libro o como mero lector se me conoce como profesor de literatura en Secundaria, antólogo de poesía española contemporánea y crítico fundamentalmente en el blog Estado crítico.
Me gusta leer porque me produce un inmenso placer.
Cuando tenía doce años quería ser futbolista.
Hoy soy profesor de literatura en Secundaria.
Cuando me toca contarle a un extraño en una boda por qué me gusta leer o ando entre libros le digo que para mí es uno de los placeres más sencillos y baratos que conozco.
Sin embargo, en realidad mi día a día es más bien así: trabajo intentando contagiar el placer de la lectura y cuido a tiempo completo de mis dos hijos.
Lo más raro que me ha sucedido nunca fue cuando… realmente no creo que me haya pasado nada muy extraño.
Y lo peor, relacionado con el mundo de los libros, es que no me hayan devuelto algunos de los que he prestado.
Aún más, si te dedicas a lo mío la gente no dejará de tocarte las narices con que leer o escribir es una parte de tu ocio, que realmente no pasa nada si no lo haces.
He perdido el entusiasmo por lo que hago cuando veo las cifras de lectores y lo que se lee de forma mayoritaria en este país.
Sin embargo, lo mejor de mi trabajo, sin duda, es llegar a comprobar que alguno de mis alumnos o exalumnos sigue leyendo por su cuenta.
El mejor día que recuerdo en el trabajo fue cuando me llamó un antiguo alumno para que lo orientara con un título porque quería seguir leyendo esos poemas que leíamos en clase.
Cuando quiero tomarme un descanso me dedico a leer.
Así es como veo el futuro de mi profesión: negro, muy negro, gracias a la torpeza y la mala leche de nuestro ministro Wert.
Eso sí, si un día logro jubilarme querré pasar el tiempo que me queda leyendo y escribiendo.
El último libro que he leído ha sido La isla del tesoro.
Y lo conseguí en una promoción de un periódico nacional.
Y el primero que recuerdo que leí fue Ilusiones de Richard Bach –aunque no me sienta realmente orgulloso de ello-.
Me gustaría añadir que la salud de la poesía española actualmente es envidiable desde el punto de vista de la creación, pero no se puede decir lo mismo en cuanto a número de lectores; y en esto último los profesores de literatura tenemos buena parte de culpa.
OTROS ESTADOS DE ÁNIMO