La ley de LEM o el fracaso de la lectura. Jaime Fernández | Trama Editorial

La ley de LEM o el fracaso de la lectura. Jaime Fernández

Jaime_Fernández_blanco_negro

En su ensayo Provocación (1982), Stanislaw Lem promulgó una provocadora Ley de Lem que consta de tres breves enunciados: “Nadie lee nada; los pocos que leen, no comprenden nada; a los pocos que entienden, se les olvida enseguida”. La cita está precedida por una observación acerca del temor de los editores a publicar libros debido a la habitual falta de tiempo, la oferta excesiva y la publicidad “demasiado perfecta”. Ni el carácter genérico de la ley, ni la exageración, y menos aún la ironía, logran desvirtuar el sentido de esas tres frases taxativas, escritas como en espiral, y que, a pesar de ir de menos a más -de ningún lector a los lectores más despiertos-, concluyen en la nada de la que partieron.

Hace casi tres siglos Georg C. Lichtenberg observó algo parecido, aunque con matices. Decía el sabio de Gotinga que los libros eran una de las mercancías más extrañas que había en el mundo porque, siendo impresos por gente que no los entiende, los vende gente que no los entiende, son encuadernados, criticados y leídos por gente que no los entiende; y, lo que es peor, escritos por gente que no los entiende.

Seguir leyendo en En lengua propia.

Si quieres estar al día de nuestras actividades, colecciones, propuestas, cursos, ofertas, date de alta en nuestro boletín semanal.

 

Copyright © 2020 Desing ComparteMedios. Desarrollo 2TeCh. Todos los derechos Reservados.

Proyecto financiado por la Dirección General del Libro, del Cómic y la lectura, Ministerio de Cultura y Deporte