Copyright © 2020 Desing ComparteMedios. Desarrollo 2TeCh. Todos los derechos Reservados.
Proyecto financiado por la Dirección General del Libro, del Cómic y la lectura, Ministerio de Cultura y Deporte



Como el comercio en general, las librerías han experimentado un gran cambio en las últimas décadas. Recuerdo con algo de nostalgia aquellos abigarrados establecimientos de mi infancia, donde tanto vendían alpargatas como abono para los rosales, llenos hasta el techo de estanterías, armarios y pilas donde se ocultaban mil artículos insospechados. Las librerías de antes también eran así, grandes cuevas de Alibabá, donde escarbar en busca de tesoros (en Barcelona, cerró hace poco uno de los últimos ejemplos de este género, la librería Canuda, ahora sustituida por una tienda de la cadena Mango). Durante un tiempo, la “cadenización” también pareció adueñarse del comercio de libros, con Casas del Libro y Fnacs proliferando en toda nuestra geografía. Igual que ha ocurrido con las tiendas de ropa o zapatos, tanto da hoy que uno esté en Sevilla o en Vigo, el producto y la forma de presentarlo es el mismo en todos lados.
Seguir leyendo en Notas para lectores curiosos.
Si quieres estar al día de las actividades, colecciones, propuestas, cursos, información destacada semanalmente del sector del libro y la cultura DATE DE ALTA en el Boletín semanal de Trama Editorial.¡NO TE ARREPENTIRÁS!
Proyecto financiado por la Dirección General del Libro, del Cómic y la lectura, Ministerio de Cultura y Deporte