“Que otros se jacten de las páginas que han escrito;/ a mí me enorgullecen las que he leído”. Jorge Luis Borges comenzaba así su famosísimo poema “Un lector”, que es el penúltimo del poemario “Elogio de la sombra”. Este argentino prodigioso, que tanto amaba la lectura, se quedó ciego y, en una “magnífica ironía” que atribuyó a Dios, ocupó el cargo de director de la Biblioteca Nacional de Argentina de forma que le fueron dados, a la vez, “los libros y la noche”. Uno puede imaginarlo tocando los volúmenes y esperando una voz amiga que se los leyese.
Una biblioteca puede albergar una suerte de paraíso. Por lo pronto, es una reunión de amigos. Ya lo escribió Quevedo: “Retirado en la paz de estos desiertos, / con pocos, pero doctos libros juntos, / vivo en conversación con los difuntos, / y escucho con mis ojos a los muertos”. Tras su caída en desgracia y su retiro de la vida pública, Maquiavelo se vestía con sus mejores galas para leer a Tito Livio y evocar las glorias de la República romana. No debería, por tanto, minusvalorarse el cuidado que un lector le debe a su biblioteca. De lo contrario, invertirá tiempo, espacio y dinero en una acumulación de libros que lo sumirá en la tristeza y el desaliento que sufrió Aureliano, el teólogo, porque –de nuevo Borges– “como todo poseedor de una biblioteca, Aureliano se sabía culpable de no conocerla hasta el fin”.
Por supuesto, como advirtió Ricardo de Bury, autor del “Filobiblion”, obispo de Durham y canciller de Inglaterra, “los libros deben comprarse siempre salvo en dos casos: que se trate de «salir al paso de la malicia del vendedor» o que «se espere una ocasión más propicia para comprarlo»”. Fuera de estos supuestos, uno debe hacer bueno el mandato del libro de los Proverbios 23, 23: “compra verdad y no la vendas”. Queda, pues, dicho que los libros, en general, han de adquirirse sin ceder a la tentación de soluciones poco piadosas que no se mencionarán aquí.
Por eso, los bibliófilos sabemos la deuda de gratitud que un lector tiene con su librero.
Seguir leyendo.
Si quieres estar al día de las actividades, colecciones, propuestas, cursos, información destacada semanalmente del sector del libro y la cultura, además de disponer de ventajas y promociones DATE DE ALTA en el Boletín semanal de Trama Editorial.¡NO TE ARREPENTIRÁS!
Si únicamente quieres recibir información de nuestras novedades. Lo puedes hacer aquí: acceder.