Aitor Ortiz. La memoria trazadora
Aitor Ortiz. La memoria trazadora
El fotógrafo Aitor Ortiz elige las obras de la colección del Museo que pertenecen al periodo de la revolución industrial en los Altos Hornos de Bilbao y las del álbum de puentes de José Martínez Sánchez. Ambas acompañan ese proceso de introspección, de mirada hacia el pasado, pues las dos están vinculadas con su memoria y su profesión respectivamente.
Alejandro Castellote entrevista al artista –un apasionado de la arquitectura–, para quien la fotografía es «ver lo que otros no ven», y al que le interesa la percepción que el espectador tiene de la obra. En esta exposición del MUN, Aitor Ortiz muestra una serie, entre otras, en la que descompone el espacio arquitectónico y lo lleva a la frontera con la escultura.
En la obra de Aitor Ortiz nunca está presente el ser humano –y que algunos echan de menos–, por la «inhabitabilidad» de los espacios que construye o por el protagonismo del vacío, que carga de poesía. La poética que atraviesa su trabajo es ya un lenguaje propio capaz de contener los elementos físicos, míticos, emocionales y sensoriales que pertenecen, sin nombrarlo, a ese lugar fundacional de su obra y de su vida. Asimismo, la importancia que tiene la textura en su obra bidimensional y tridimensional desvela el estatus de contenedor de memoria que él le otorga.