Antonio Ramírez es librero y uno de los fundadores de la librería La Central
El entramado comercial de una ciudad puede ser también el escenario de una disputa. Frente al impulso hacia lo global, la construcción de espacios de consumo orientados hacia lo local puede ser vista como una forma clara de resistencia. Librerías, delicatesen, pequeños restaurantes y tiendas de moda, cafés, bares de copas o teatros, todos son espacios idiosincráticos y singulares que pueden ser elegidos por los habitantes de una ciudad, de forma espontánea y muy concreta, como puntos de referencia y orientación que les permitan pensar y reelaborar su relación con la ciudad, y por extensión, reflexionar sobre el lugar que intentan ocupar en la sociedad y frente a los demás. La diversidad de una ciudad es pues fruto del trabajo y la imaginación de sus habitantes y preservarla exige una resistencia activa. Ciertas retóricas en pro de una modernidad a ultranza y cierta entrega irreflexiva a las promesas de la tecnología, pueden ocultar la acción depredadora de la avaricia de siempre.
Leer artículo completo.
Si quieres estar al día de nuestras actividades, colecciones, propuestas, cursos, ofertas, date de alta en nuestro boletín semanal.